Cuando por las calles de Göting asoma un búho, todos los habitantes suspiran. Suspiran como una costumbre, un hábito o un ritual, sin la cualidad emotiva de los suspiros propiamente dichos. Se sabe que hubo un primer suspirador a quien llaman “Die Pristine” (“El Prístino”), a falta de una identificación concreta. El Prístino es su deidad, su guía.
El célebre historiador francés Marcel Giraud establece una hipótesis para este comportamiento: en el siglo VIII, el Papa Stephanus, apenas electo, envió un ejército a invadir la ciudad de Göting ya que allí se jactaban de tener pasteles de polenta más ricos que en Roma. Dice Stephanus en su proclama: “Göttingen mortem haeretici, qui dives Romani panes polenta”. El Papa Stephanus murió a los tres días de ser electo, en el mismo instante en que los habitantes de Göting divisaron un búho en el campanario de la Catedral. Así, dice Giraud, siendo los götinguenses grandes conocedores de las escrituras Homéricas, asociaron al búho con la figura salvadora de Palas Atenea, hija de Zeus, y la erigieron como Madre y Protectora de Göting.
En 1.714 de nuestra era, el párroco Günter Wikeland, en un inspirado sermón, criticó a sus feligreses por adorar a Die Pristine, un intermediario, y no al objeto en sí: el búho. Veinte minutos más tarde, Günter Wikeland colgaba sin vida de uno de los mástiles de la muralla.
Sin embargo, toda posible asociación con deidades griegas y pájaros ocasionales, no es más que un juego para los habitantes de Göting. Se sabe que ellos rememoran en cada suspiro lo más puro y humano: el alivio de los salvados por la pronta muerte de Stephanus. Puedo afirmar también que tienen los pasteles de polenta más ricos que este cronista haya podido probar.
Hoy temprano me di un paseo x este, su blog, pero no aparecía la ventanita para comentar...así que procuraré ahora, antes deque blogger me juegue otra mala pasada...
ResponderEliminarEl Búho y la lechuza, son considerados desde siempre como símbolos de la sabiduría...por sus grandes ojos que ven todo mientras los demás duermen...ya en su época el gran artista adelantado a su época: El Bosco, plasmaba en sus obras a estas aves maravillosas, lo invito a apreciarlo.
Muchas gracias por darte una vuelta por aquí, Eleanor. Chusmeareme al señor Bosco (si él no se ofende), bienvenida sea la referencia. Saludos!
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