viernes, 27 de mayo de 2011

"Hay que envejecer con dignidad"

Cuando salgo a cenar, suelo ir acompañado. Es una forma sabrosa de compartir un momento con alguien, charlar un rato. Es no preocuparse por cocinar o lavar los platos, y permite cambiar un rato de ambiente. Anoche, sin embargo, salí a cenar solo ya que estaba lejos de casa y el hambre arreciaba.

Incauto, me senté demasiado cerca de la televisión del bar. Pasaban "Bailando por un sueño". No sé por qué me sucede, pero cuando hay una televisión prendida cerca no puedo dejar de mirarla. Aunque pasen la peor porquería, aunque tengan puesto un noticiero en mute y sólo vea a dos trajeados gesticulando, no puedo dejar de mirar.

En uno de esos avistajes de reojo (porque intentaba resistirme; juro que por pudor intentaba resistirme a que mis ojos fueran desviados a "Bailando por un sueño") vi a un tipo vestido igual que el sombrerero loco de Alicia en El País de las Maravillas.

Sombrerero loco
Loco de mierda (a.k.a. Aníbal Pachano)


Este hombre proclamó: "Hay que envejecer con dignidad". Yo me pregunto, señor, con todo respeto (o, en realidad, con muy poco): ¿qué es la dignidad para usted?

La RAE nos trae ocho acepciones para la palabra "dignidad", de las cuales rescato sólo dos por ser las más atinadas (igual... en ninguna cabe este tipo):


dignidad. (Del lat. dignĭtas, -ātis).
2. f. Excelencia, realce.
3. f. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.


Digo, quizás yo esté equivocado y vestir un traje turquesa y putearse con vedettes sea parte de la gravedad, el decoro y la excelencia que la dignidad precisa. Pero por alguna razón, yo creo que no...

1 comentario:

  1. No sé por qué, pero con "Willy Wonka destartalado" no puedo dejar de imaginarme un Fiat 600 luego de ser embestido por un Scania. ¿Será que "wonka" me suena a bocina?

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